La primera fue Lorena, enfermera y estrenando la treintena. Junto con María hicimos esta tarta para regalársela y comérnosla juntas en una de nuestras cenas pero la cena tubo que aplazarse... aún así la tarta nos quedó muy mona y a La Lore le hizo mucho ilusión.
Otra de las tartas fue para Ramón, un jubilado que pasa un buena parte de su tiempo en el huerto, así que le hicimos uno para que se lo comiera.
Me hubiera encantado ver su cara al ver la tarta pues me han contado que se sorprendió muchísimo.