Tradicionalmente el puente de la
Inmaculada es fecha en el que se pone el Belén y el Árbol de Navidad. Yo, como
no soy muy entusiasta de la decoración navideña, lo dediqué a ver patinaje sobre hielo y a la
repostería que son las cosas con las que realmente disfruto.
Como a mi amiga Lorena le gusta
tanto como a mi hacer galletas, el viernes se vino al “horno pelagallo” con su
niña y un montón de cortadores.
Pasamos toda la tarde haciendo
renos (la estrella de la tarde), muñecos de nieve, hombrecitos de jengibre,
estrellas de Navidad (las preferidas de Jara), Reyes Magos (aunque la corona de
Melchor nos dio muchos quebraderos de cabeza!), abetos, campanas… Vamos todo el
kit completo. Yo creo que vamos a tener galletas para todas las fiestas porque
nos salieron muchísimas!
Tras 2 días dedicados al patinaje, tanto en la tele como practicándolo en Jaca (bueno, eso no fue patinar, fue un intento desesperado por no romperme ningún hueso) llegó el lunes y con él unas amigas con muchas ganas de aprender a hacer cupcakes!
Decoramos unos cupcakes devainilla, que había horneado previamente, con buttercream y fondant y cada una
aportó un toque personal a sus creaciones, sobre todo al muñeco de nieve que
cada uno de ellos fue completamente diferente.
Pasamos una mañana muy divertida,
con muchas risas. Gracias a todas por venir!!A! y para terminar el puente, el martes era el cumple de una niña aficionada al baloncesto y quería celebrarlo con su equipo. Les regaló una galleta balón con su número a cada una.
No hay comentarios:
Publicar un comentario